Los gases de combustión a la salida del horno se dirigen a la caldera de recuperación de calor, la cual dispone de la sección de radiación y la convección, formada por el evaporador, los sobrecalentadores y el economizador.
Estas secciones están diseñadas de forma que las velocidades de los gases minimicen las erosiones, corrosiones o deposiciones de polvo entre tubos. Las especificaciones del vapor son de 400º C y 40 bars. Absolutos. La caldera dispone de mecanismos de limpieza en marcha por percusión de los haces de transferencia de calor. El diseño de esta caldera responde a los conceptos mas avanzados utilizados en la incineración de residuos, que combinan la elección optima de los parámetros de vapor con la disposición física de las superficies de intercambio.
Por ello se ha diseñado una sección vertical de radiación cuyo objeto es dar lugar a los tiempos de permanencia a altas temperaturas de los gases (superiores a dos segundos y a 850º C) que junto con el exceso de oxigeno necesario (mayor de 6%) materializan las exigencias del Real Decreto 1088/92. En a base de esta sección se insufla el aire secundario cuya función es crear una alta turbulencia en los gases logrando una completa combustión.
La cámara de radiación enfría los gases hasta las temperaturas adecuadas para entrar en las zonas de convección sin problemas de adherencias de cenizas volantes. La sección de convección esta en posición horizontal lo que tiene ventajas para el mantenimiento por su accesibilidad y permite además el uso del sistema de limpieza por golpeo.
Este sistema es especialmente útil para mantener un grado de limpieza de las superficies de intercambio, tal que permita largos periodos de trabajo sin necesidad de paros para la limpieza de la caldera. Las condiciones de generación del vapor se han elegido, de acuerdo con las experiencias mas recientes entre las que permiten mantener unos niveles mínimos de corrosión y un aceptable rendimiento de conversión de energía en el turbogrupo. Las condiciones del vapor de 40 bars absolutos y 400º C s sobrecalentamiento permiten conseguir simultáneamente los objetivos de baja corrosión y buen rendimiento.