Las escorias y las cenizas procedentes del horno y la caldera se recogen en la boca del extractor de escorias, mediante una cinta transportadora que lleva el producto hasta un separador magnético.
La chatarra obtenida se lleva a una criba vibratoria para su limpieza, posteriormente se prensa en una maquina hidráulica, almacenándose las pacas para su posterior venta.
La escoria separada de la chatarra es un material inerte y puede dedicarse a rellenos de obra publica o bien puede verterse sin riesgo en una escombrera de residuos inertes.
Las cenizas volantes una vez analizadas y comprobado su posible carácter de residuos peligrosos se depositaran en un monovertedero de seguridad.